SE CUMPLEN 30 años del levantamiento del EZLN


 El Ejército Zapatista de Liberación Nacional celebró 30 años de su alzamiento, en la comunidad Dolores Hidalgo, Ocosingo en Chiapas.


Desde el caracol Dolores Jóvenes militantes del EZLN de varios municipios de las regiones Fronteriza, Selva, Altos y Norte, participaron en las actividades conmemorativas.


“No hay más que dos cosas: que la propiedad debe de ser del pueblo y común; y que el pueblo tiene que gobernarse en sí mismo” dijo Moisés, vocero del EZLN.


A partir de ahora el eje rector del movimiento será el trabajo en común, es decir, las tierras no serán ejidales, ni comunal, ni federal, ni estatal, ni empresarial señaló.


“La propiedad tiene debe ser del pueblo y común y el pueblo se tiene que gobernarse en sí mismo, no necesitamos esos que están ahí, ellos creen que saben todo, deciden por los maestros, deciden por los doctores, deciden por todos los sectores de trabajadores, como quien dice son sabelotodo, son sabelotodo porque ahí ganan dinero, sin trabajar, sin sudar, por eso el pueblo tiene que saber gobernarse, eso es lo que demostramos hace 30 años”, enfatizó.


Por primera vez familiares de los milicianos caídos durante la lucha del zapatismo, colocaron un altar con flores y velas, así como la fotografía que revela la identidad de quienes fallecieron en el cumplimiento de su deber, como la comandanta Ramona, quien fue una de las figuras más importantes de la primera etapa del levantamiento del EZLN y el compañero Enrique González García, primer cabo de Primer Pelotón en Ejido Patihuitz, este último caído el primero de enero de 1994.


Previo al mensaje de la medianoche del 31 de diciembre, decenas de milicianas y milicianos realizaron el desfile al son de la música de cumbia y a su vez desmintieron, que sean cada vez menos los jóvenes activos en esta lucha por la autonomía de los pueblos y comunidades indígenas.


En el evento también estuvo presente el subcomandante Marcos, quien no dio declaraciones y al finalizar el pronunciamiento se retiró custodiado de los milicianos a su cabaña.