Molinos de viento: Tres generaciones

Susana Solís Esquinca


En1994, Andrés Manuel López Obrador tenía 41 años de edad, Rutilio Escandón 36 y Zoé Robledo 15 años.

Este fin de semana tres generaciones coincidieron en uno de los emblemáticos bastiones del EZLN, Guadalupe Tepeyac, el primero como presidente, luego de dos intentos, el segundo como gobernador, también después de varios intentos y el tercero con una carrera meteórica.

Ahí en Guadalupe, sigue el enorme hospital de segundo nivel que se creó por razones políticas y que continúa atendiendo a poca población; la mayoría llega de las comunidades cercanas, por ello el gran reto es darle más dinamismo a este considerado “elefante blanco”.

Bien valdría la pena mantener en buen estado la carretera fronteriza para que a diferencia de cómo fueron diseñadas las políticas públicas en materia de salud, sean los de las ciudades los que se desplacen a este gran hospital que cuenta con al menos nueve especialidades que no se encuentran en el resto de nosocomios de las cabeceras municipales de Comitán o Margaritas, por citar algunos.

Hoy estos personajes de las tres generaciones ya tienen 66 años en el caso del presidente, 61 el gobernador y 40 el director del IMSS.

Hoy existe otra realidad, por ello López Obrador no se desgastó en discursos simplones para llamar al diálogo, sino a la unidad sabiendo que el problema ahora es la intolerancia política y religiosa que ha estado dejando decenas de familias desplazadas en la zona de influencia zapatista.


Basificar al personal de salud

Este recorrido dejó claro que se necesitan más médicos y enfermeras, los mismos que al inicio de la administración corrieron porque estaban bajo el régimen de honorarios o por contrato, por eso el presidente se hizo acompañar de funcionarios de Hacienda.

Quedó claro que el recorte que hizo la dependencia fue sin ton ni son y que no es lo mismo ver desde un escritorio la realidad de México que estar en el lugar de los hechos, escuchando las demandas.

Por ello, al concluir su gira de trabajo, el presidente garantizó que todo el personal de salud será basificado con el fin de darles certidumbre laboral y porque en verdad se requieren más profesionales de la salud en un país donde sigue aumentando la población.

Si hay algo que el gobierno federal no debe sacrificar por más austeridad que se decrete, es la inversión a la salud, educación y seguridad; tres temas torales que agobian a las y los mexicanos.


La CNTE está cavando su propia tumba


Mal por el dirigente de la CNTE, Pedro Gómez Bamaca de mandar a sus huestes a gritarle una vez más al presidente al término de un evento, en este caso fue en San Cristóbal donde los profesores lo increparon con consignas. En la reunión pasada en Palacio

Nacional tal y comolo dimos a conocer en este espacio, el presidente dejó bien claro a la CNTE de Bamaca que no cederá a los chantajes para regresarles privilegios como el hecho de que el sindicato decida en la cadena de cambios, ya no, eso se acabó ha dicho López Obrador. Ahora intentan hacerle una “guerrita” a Rutilio Escandón reduciendo el conflicto a esta entidad y contra el gobierno del estado.La estrategia de de Pedro Gómez Bamaca es muy singular, quieren que todo cambie menos los que afectan a sus intereses.
Se equivoca si cree que con presiones va conseguir el regreso de sus privilegios. Esto ya no tiene vuelta de hoja. Las cartas están echadas y a ver quien gana en las “vencidas”.

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