Molinos de viento: Muchos recursos, pocos resultados.

Susana Solís Esquinca

En los últimos 23 años, el gasto presupuestal en Chiapas se incrementó de 5 mil millones en 1996 a 101 mil millones de pesos en el 2018. En una revisión al comportamiento histórico de la cuenta pública de Chiapas revela que desde los 90 todos los gobiernos han enarbolado el combate a la pobreza para solicitar o justificar más recursos al gobierno federal.

De hecho, en el 2010, en la época del exgobernador Juan Sabines Guerrero, quedó asentado en el documento que 73.7 centavos de cada peso se destinaba al combate a la pobreza.

La Cuenta Pública contiene el gasto-ingreso presupuestal que reportan las administraciones al finalizar cada año y se compara con lo aprobado por el Congreso del Estado. En ningún caso, ambos conceptos fueron iguales, cada gobierno gastó más de lo que estimó.

La constante que se observa es que cada año hay un aumento de entre 2 a 3 mil millones de pesos; a excepción del 2000 donde el presupuesto bajó 3 mil millones; mientras en 1999 fue de 14 mil millones para el siguiente año fue de 11 mil. Cabe destacar que en ese año ocurrió la primera transición democrática al ganar Vicente Fox como presidente y Pablo Salazar como gobernador.

Sin embargo, el “castigo” en la reducción presupuestal fue rápidamente saldado al pasar en el 2000 de 11 mil a 20 mil millones de pesos para el siguiente año. Es en el período de referencia el salto presupuestal más significativo en comparación con otros años. Quizá por eso se lograron hacer varias obras relevantes como el Puerto Chiapas, terminar el puente Chiapas, la autopista a San Cristóbal, el aeropuerto Angel Albino Corzo, entre otras.

En el lapso de Juan Sabines Guerrero también se observan incrementos de alrededor de 6 mil millones de pesos que podrían ser parte del componente crediticio con lo que se endeudó a los chiapanecos y que todavía se continúa pagando.

¿Por qué no se ha reducido la pobreza?

Varios investigadores han abordado el tema de la pobreza cuyo causas son multifactoriales pero todos han coincidido en una misma hipótesis: la mala aplicación de los recursos cuya esencia es clientelar y electorera. Sus reglas de operación no están encaminadas a generar productividad sino a mantener esa base social para propósitos políticos.

Es decir, que en tanto los apoyos federales no se encaminen a generar riqueza, los pobres seguirán engrosando los mismos indicadores que no han variado desde hace casi tres décadas. Los recursos continuarán empleándose como paliativos temporales para enfrentar la mala economía. ¿es culpa del neoliberalismo? Si ¿es culpa de uso clientelar de

los recursos públicos? Si. En tanto no empuje hacia la creación de empleos, nuestra entidad esta destinada a seguir estando en los primeros lugares del subdesarrollo.

Si quiere trabajo, hágase policía.

Para financiar a PEMEX, el gobierno federal continuará haciendo recortes a la plantilla laboral. Se estima que para el próximo año desaparecerán 9 mil 83 plazas de trabajo,

principalmente en la Secretaría del Medio Ambiente donde dejarán de trabajar mil 754 personas que se sumarán a las mil 635 que se despidieron este año. La Secretaría de Bienestar también es otra afectada, perderá mil 288 lugares.

Desde el comienzo del gobierno se han despedido a 8 mil 338 trabajadores; sin embargo el presupuesto 2020 que está siendo analizado por los legisladores, prevé la creación de 8 mil 449 plazas destinadas a seguridad y combate a la corrupción. Serán las secretarías de la Defensa Nacional, Marina, Seguridad Pública Ciudadana y Función Pública donde se incrementará el número de plazas.

Se trata de reforzar las instituciones dedicadas a la seguridad para poder cumplir con el compromiso de bajar al menos un 15 por ciento la delincuencia en todo el país. Se prevé que la Guardia Nacional esté integrada con al menos 68 mil elementos que puedan hacerle frente a este flagelo.

Nuevos contenedores

La recolección de basura a cargo de la empresa Veolia -antes Proactiva- podría comenzar a lavar su mala reputación con la instalación de contenedores donde los ciudadanos deberemos depositar los desechos. El programa arranca con 2 mil 500 y se estima que para el 2020 se instalen 9 mil 800. La idea, dicen, es hacer de Tuxtla Gutiérrez la ciudad más limpia del país.

Sin embargo, el primer problema que se encontrará la empresa es el ejército de pepenadores que ha aumentado en la ciudad. Son decenas de ellos que a bordo de triciclos recorren diversas colonias para acopiar todo lo que pueda reciclarse y así llevar el sustento a sus hogares. De hecho, eran los principales opositores a que en la ciudad se instalaran contenedores porque les dificultará su trabajo. Veremos también que no los roben o los destruyan. Lo cierto es que Tuxtla Gutiérrez debe tener una buena imagen urbana como lo exige una capital.