Medio Ambiente en Chiapas: Evaluación a dos años


ECOLOGÍA HUMANA

Por: Amado Ríos Valdez 


El sector ambiental en Chiapas es un desastre. Han transcurrido ya 24 meses de gestión y además de que las autoridades ambientales son invisibles, destaca la falta absoluta de resultados tangibles y verificables.


Y no es que el medio ambiente en las administraciones anteriores pudiera presumir de buenos resultados, pero es que en estos dos años está peor que antes, y eso que parecía imposible que pudiera empeorar.


A la carencia absoluta de ideas y proyectos se suma la radical reducción presupuestal por la austeridad, y para acabarla de amolar, a esta situación y a la mediocridad dominante en las instituciones ambientales chiapanecas, se sumó la pandemia, lo que dio como resultado la tormenta perfecta para el medio ambiente en Chiapas.


NO EXISTE EL PLAN DE MEDIO AMBIENTE 2019-2024


Para poder evaluar estos dos años de administración ambiental en Chiapas hay que enfocarse en criterios objetivos y resultados medibles, en lo publicado y en la información disponible.


El Plan Estatal de Desarrollo (PED) 2019-2024 es el marco estratégico para cualquier evaluación al actual gobierno pues es en donde sus funcionarios depositan su diagnóstico y los objetivos y las estrategias para superar los problemas identificados.


En el PED se establecen 5 ejes de trabajo y uno de ellos y muy relevante es el “Eje 5. Biodiversidad y desarrollo sustentable”.


El PED es un plan general que no especifica metas y acciones concretas pues éstas se definen en los planes sectoriales. Han pasado 24 meses de gobierno y es la fecha en que la Secretaría del Medio Ambiente e Historia Natural (SEMAHN) no tiene y mucho menos ha publicado el Plan Estatal de Medio Ambiente 2019-2024, con lo que podemos decir que han sido dos años en que ha navegado a ciegas y a nadado de “a muertito”.


Si el próximo año lo publica la SEMAHN el plan deberá ser 2021-2024, con lo que habrá perdido dos años, dos preciosos años en los que no se hizo nada relevante.


La carencia de un plan estatal de medio ambiente es solo el síntoma de una enfermedad muy grave: la indiferencia y el nulo interés en la problemática ambiental en el estado. Si la problemática ambiental no interesa en el Gobierno, entonces tampoco importa lo que hagan o dejen de hacer los funcionarios públicos encargados de estas tareas, la calidad y la capacidad de sus funcionarios, o si presentan o no resultados concretos y tangibles a los problemas a diagnosticado en el PED.


Si uno revisa el portal de internet de la SEMAHN se encuentra con que eso estos 24 meses se reportan “acciones” como reuniones, firmas de convenios, conferencias, análisis de estudios, eventos de auto consumo y auto elogio, etc. No digo que estas actividades no sean importantes, las reuniones están bien, pero son solo preparativos para alcanzar las verdaderas metas concretas.


Anunciar reuniones como muestras del trabajo realizado es pueril y mediocre, o una evidencia de que no hay nada qué mostrar.


¿QUÉ DICE EL PED SOBRE LOS PROBLEMAS AMBIENTALES EN CHIAPAS?


La evaluación debe cotejarse sobre la base de los problemas que el PED diagnosticó porque esos son los que hay que superar para demostrar un verdadero avance en el ejercicio del gobierno.


1.- RESIDUOS:

“Existen 99 sitios de disposición final, 57 tiraderos a cielo abierto y 42 rellenos sanitarios, de estos últimos 10 están fuera de operación por deficiencias de ingeniería ambiental y tres en total abandono. Asimismo, como resultado de la insuficiente capacidad instalada, la cual solo recibe 604,289 toneladas de residuos anuales, se ha incrementado la cantidad de tiraderos a cielo abierto, en tanto que la cantidad de residuos no controlados es de 1’263,391 toneladas.” (PED. Páginas 120 y 121).


EL gobierno de Chiapas en el PED estableció que existen 42 rellenos sanitarios, sin embargo solo operan como tales 29. El problema es peor porque de esos 29 que reconoce como rellenos sanitarios el PED, 6 no cumplen con la normatividad ni las condiciones reales de un relleno sanitario y otros 20 operan muy por debajo de las normas ambientales: sin separación de residuos, sin manejo de lixiviados, etc.


Como un ejemplo de estos rellenos sanitarios existentes, solo hay que tomar el de Tuxtla Gutiérrez, manejado por la empresa Proactiva, hoy Veolia. En ese relleno sanitario no existe separación de residuos (soy testigo directo) y el manejo de los lixiviados es tan grave que ha originado problemas de contaminación en predios vecinos y en los ríos pacú y suchiapa (y más adelante el Grijalva, de donde toma su agua potable la capital Tuxtla Gutiérrez).


En este tema de los residuos, los 24 meses transcurridos han sido de cero resultados: un desastre.


2. AGUAS NEGRAS

“A su vez, se tienen registradas 188 plantas de tratamiento de aguas residuales y solo 13 se encuentran en funcionamiento. Por otro lado, se dispone de nueve plantas potabilizadoras, de las cuales operan cinco, esto, aunado a la falta de cultura de pago, refleja el desinterés de los municipios en la dotación de estos servicios que expone a la población a enfermedades como cólera, hepatitis y rotavirus, entre otras.” (PED. Página 119) En el PED se dice que existen 188 plantas de tratamiento de aguas residuales, sin embargo lo que no dice que 140 de estas son de carácter privado, es decir que brindan servicio a la empresa dueña de la planta, y que otras 10 son de uso específico para algunas instalaciones de Gobierno.


Solo 38 dan el servicio a las descargas de aguas negras de los municipios en donde se encuentran asentadas, pero lo más triste es lo que reconoce el mismo PED: solo operan realmente


5. ¿Cuántas de esas 33 plantas municipales de aguas residuales que no operan se han puesto a funcionar? Después de 24 meses: ninguna. ¿Cuántas nuevas plantas de tratamiento de aguas residuales se han construido para evitar que las aguas negras contaminen arroyos, ríos, lagunas? Después de 24 meses: ninguna. Resultado: un desastre ambiental y el 95% de los ríos, lagos y lagunas en Chiapas están contaminados.


3. CONSERVACIÓN Y PROTECCIÓN DE ECOSISTEMAS.

“La administración ineficiente de las ANP se debe a la falta de programas para su manejo; además, algunas áreas prioritarias para la conservación aún no han sido decretadas y varias se localizan en zonas indígenas.


En este contexto, se requiere fortalecer las estrategias de restauración y recuperación que incorporen nuevas áreas naturales en un esquema de corresponsabilidad entre instituciones y sociedad.”


La SEMAHN en su portal de internet reconoce 28 áreas naturales protegidas de jurisdicción estatal. A pesar de que en el PED se establece que se fortalecerán las estructuras de las ANP y se publicarán sus programas de manejo (sin los cuales las ANP son simples decretos de papel), hasta la fecha y después de 24 meses de gobierno no hay ningún plan de manejo publicado oficialmente, o hay ninguna nueva área protegida y ha sido peor, se redujeron los presupuestos y las plantillas de técnicos para atender las 28 ANP existentes.


4. PRODUCCIÓN FORESTAL.

En este tema el PED tiene un diagnóstico errático ya que parte de ignorar absolutamente el mayor de los problemas que tiene el sector forestal en Chiapas: la tala clandestina. Simplemente el PED ni lo menciona como un problema ni establece estrategias para combatirla, a pesar de que el 80% de la madera que se comercializa en Chiapas es ilegal.


Cuando la mediocridad y la falta de compromiso es la normalidad, ser invisible, no hacer ruido, nadar de a muertito, puede ser un factor de sobrevivencia política . Sin embargo, ni Chiapas ni sus ciudadanos pueden permitirse 4 años más de nulos resultados en el sector medioambiental porque eso repercute directamente en la salud, la productividad, el bienestar y la calidad de vida de la población.


Quedan 4 años. Pueden ser 4 años de resultados positivos para los chiapanecos, o pueden ser 4 años de lo mismo. Quedan 4 años que son suficientes para hacer un verdadero cambio o seguir siendo un desastre.