Con el rostro cubierto por el dolor y pancartas en mano, esposas, madres e hijos de los seis indígenas tzeltales asesinados el 7 de septiembre de 2024, marchan en silencio por las calles de Altamirano.

Se trata de Enrique Hernández Gómez, Óscar Hernández, Carmelo Vázquez López, Jorge Luis Jiménez Torres, Fernando López Espinosa y Simón Sánchez Díaz.

Cientos de pobladores de unas cien comunidades y 17 barrios, exigieron justicia y el fin de la impunidad en este municipio marcado por la violencia.

El crimen, atribuido al grupo armado autodenominado “14 de Agosto”, sigue impune.

Las familias aseguran que, a pesar de haber interpuesto denuncias ante la Fiscalía en San Cristóbal, no han recibido respuesta ni avances.

La marcha recorrió cerca de dos kilómetros, desde la entrada principal del municipio hasta el centro. Fue un recorrido silencioso, pero cargado de dignidad.

Cabe recordar que la madrugada del 7 de septiembre, alrededor de las 2 de la mañana, hombres armados irrumpieron en la cabecera municipal a bordo de camionetas.

Cuatro de las víctimas fueron secuestradas y ejecutadas un día después; una más fue asesinada dentro de su vivienda frente a su familia, y la sexta murió días después a causa de los golpes recibidos en la cabeza.