La inexplicable criminalización de un médico

Molinos de Vientos/ Susana Solís Esquinca


No hay un solo paciente recuperado de Covid19 cuya familia no haya tenido que comprar algún medicamento o equipo para lograr que su ser querido saliera de la enfermedad.


No es cierto que haya suficiente abasto simple y sencillamente porque no alcanzan todos los insumos ante una pandemia que todos los días cobra víctimas.


De ser este el argumento de la denuncia contra el médico Gerardo Grajales Yuca, la Fiscalía deberá proceder contra todos las y los médicos que para salvar una vida han tenido que pedir a los familiares adquirir medicinas, insumo o equipo, como han sido los casos de los tanques de oxígeno; porque la realidad trasciende al discurso complaciente, no hay suficientes medicamentos.

Los galenos llevan cuatro meses trabajando sin descanso, arriesgando su vida, de sus familiares, más de 700 han se han contagiado, suman más 50 que han perdido la vida y la respuesta ha sido desde que inició la pandemia llamarles taqueros, chafiretes y ahora, el colmo, encarcelándolos.


No importa si el doctor neurourgenciólogo Grajales Yuca haya curado a cientos de pacientes y a los que le mandaban, entre los que se cuentan políticos, sus familiares, amigos y recomendados.


Si en verdad se quiere hacer justicia hay que ir al fondo de la denuncia. Si uno como familiar cree que el médico tratante debe otorgarle todos los medicamentos y esto no ocurre, lo lógico es quejarse en primera instancia con el director del Isstech y en segunda con el titular de salud en Chiapas, quien es el responsable directo de garantizar que haya equipo y medicamentos en todas las clínicas Covid.


Si el doctor Grajales Yuca resulta responsable, lo son también el director del Isstech y el Secretario de Salud a quienes en justicia, debe alcanzarles la ley.