• Proveen el 70 por ciento del agua potable que se distribuye a los habitantes de la ciudad colonial

La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas y otras instituciones, iniciaron el proyecto de señalización que permitirá colocar un total de 12 letreros en el perímetro de los humedales de montaña La Kisst y María Eugenia, sitios decretados como área natural protegida.

La señalética pretende mostrar a la sociedad la importancia de la necesidad de contribuir a la conservación de los reservorios de agua y la preservación del hábitat de la vida silvestre, que representan estos humedales del valle de Jovel.

María Eugenia y La Kisst constituyen un par de humedales de montaña, en los que la vegetación predominante se compone de pastos y tulares; se encuentran inmersos en la mancha urbana de la ciudad de San Cristóbal de las Casas, razón por la cual su deterioro es cada vez más acelerado.

La gran importancia de conservar estas zonas radica en que proveen el 70 por ciento del agua potable que se distribuye a los habitantes de la ciudad de San Cristóbal de las Casas.

Constituyen la zona de distribución de especies endémicas de gran importancia ecológica, como son el Popoyote o pez escamudo de San Cristóbal catalogada en peligro de extinción y el Topo de San Cristóbal como amenazada.

El área de los humedales de María Eugenia y La Kisst ha sido reconocida como humedal de importancia internacional, (sitio Ramsar) este ecosistema, protege a la población de inundaciones al filtrar el agua de lluvia a los mantos freáticos y purificarla, lo cual a su vez sirve para su recarga y proteger a los suelos contra erosiones, retiene nutrientes para la flora y fauna.

Este tipo de ecosistema antiguamente se extendía por gran parte del territorio que actualmente ocupa la Ciudad de San Cristóbal de las Casas, en un área aproximada de 600 hectáreas. Su fragilidad se ha acentuado debido al desarrollo urbano, la deforestación y las prácticas agrícolas que drenan y eutrofizan las aguas.