CASI 80 por ciento de informalidad laboral en Chiapas y Oaxaca



 Los estados de Oaxaca, Guerrero y Chiapas concentran la región con el mayor nivel de informalidad laboral en el país al reportar el 79.6 por ciento, porcentaje superior al promedio nacional que fijó la informalidad en 56.9 por ciento.


De acuerdo con el estudio “Estimaciones de la informalidad laboral en México a nivel subnacional”, elaborado por la Comisión Económica para América Latina (Cepal), la región del suroeste de México mantiene niveles similares a los de algunas áreas subnacionales de África, donde concentran el 80 por ciento de la informalidad laboral.


El estudio detalla que la elevada informalidad del suroeste del país coincide con el bajo nivel de desarrollo y alto rezago económico que prevalece en la región, donde las principales actividades económicas son la agricultura, ganadería y turismo, debido al arraigo en sus tradiciones, festividades y gastronomía.


En 665 de los 765 municipios de la región tienen una elevada propensión a la informalidad, por lo que sólo la zona metropolitana de Oaxaca y la capital de Chiapas tienen una baja propensión a la informalidad.


Dentro de los municipios con una mayor población en la informalidad, se encuentran Acapulco, Oaxaca, Tuxtla Gutiérrez y Tapachula, mientras que los municipios con un número medio de personas en situación de informalidad destacan Palenque, Salina Cruz y Zihuatanejo.


Así, en las 3 entidades del suroeste del país se registran niveles superiores al 30 por ciento en cuanto a la informalidad, siendo Chiapas la más elevada con el 49.3 por ciento de ocupados en el sector agrícola, además, también se sitúan en los niveles más bajos en las actividades del comercio y la construcción a nivel nacional.


Al respecto, el director de la División de Desarrollo Social de la Cepal, Alberto Arenas, dijo durante la presentación del documento que las zonas del suroeste del país se encuentran en mayor rezago económico con escasas condiciones de desarrollo social, por lo que la pandemia de Covid-19 agudizó la precarización laboral de las regiones rurales del país.


Abundó que esta condición vulnera tanto los derechos sociales de los trabajadores como la capacidad de recaudación del país con una baja productividad que perpetúa los ciclos de pobreza existentes, por lo que señaló que se requiere de un acompañamiento puntual en el sector para incentivar la formalidad laboral en la región.



Información: Radio Fórmula